A 30 años del Mundial 78

El mundial 78, realizado en Argentina, fue sin dudas una pantalla de distracción para ocultar lo que sucedía realmente. Mientras en Alemania moría el popular escarabajo de la Volkswagen, el Inglaterra nacía el primer bebé de probeta, en Italia se legalizaba el aborto. Sucumbían las primeras víctimas del sida, una maldición que todavía no se llamaba así. Las Brigadas Rojas asesinaban a Aldo Moro, los Estados Unidos se comprometían a devolver a Panamá el canal usurpado a principios de siglo. La dictadura militar argentina, en cambio, gozaba de buena salud, y para probarlo organizaba el undécimo Campeonato Mundial de Fútbol. A la hora de la verdad, el trabajo de la Comisión Nacional de Desaparecidos (CONADEP), que presidió Ernesto Sábato, resultó irrefutable: señaló que de las 9.000 desapariciones comprobadas durante la dictadura, la mayor parte ocurrió entre 1976 y 1979. También durante el Mundial.
El Mundial, sin dudas, fue utilizado para ocultar las desapariciones de personas que pensaban distinto. Mientras miles de argentinos sufrían torturas, desapariciones y muertes, la inmensa mayoría esperaba con ansiedad la que la dictadura llamaba "la fiesta de todos". ¿Negaban la realidad? No, porque los medios de comunicación locales, mitad por censura y mitad por complicidad con los genocidas, pintaban una realidad ficticia. Los cantos en las gradas silenciaron los alaridos de los desaparecidos. Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror...

LAS AUSENCIAS QUE DEJÓ LA DICTADURA









Juntas. La típica foto de los años 70 con las chicas en el barrio.


Sola. La sobreviviente junto a lo que ahora es una pura ausencia.



Cuatro hermanos.Gustavo,Guillermo,Diego y Eduardo Germano.


Grupo de amigos en 1971.Hoy faltan dos.



Raul y su hemano Manuel con sus novias en 1973.



Laura con sus padres en 1976.