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19 junio, 2008

El campo y el Gobierno cumplen 100 días de guerra

A 100 días del comienzo del histórico paro agrario contra la suba de las retenciones a las exportaciones de granos decretada por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, el conflicto quedó instalado en el Congreso de la Nación, donde diputados y senadores tendrán la última palabra.

Desde hace más de tres meses, el paro agropecuario es el tema excluyende de los argentinos. La denominada "Guerra Gaucha" puso en vilo a todo el país, provocó escasez de alimentos y combustible, generó un movimiento espontáneo de ciudadanos de todo el país a su favor e hizo volver a sonar las cacerolas que tantos y duros recuerdos traen a la sociedad local tras los violentos sucesos del 2001.

El objetivo de los ruralistas, casi imposible “si el oficialismo baja línea de que no haya libre pensadores”, es lograr introducir modificaciones al proyecto kirchnerista. Esto implica, reducir el esquema de retenciones y agregar artículos que contemplen políticas para los sectores lácteos, carne y economías regionales. Por el momento, según trascendió, las entidades “no enviarán un proyecto completo al Congreso”, ya que no quieren cerrar la discusión a lo que ellos propongan.

Por el lado oficial, la postura inicial era lograr imponer su mayoría en ambas cámaras para aprobar el proyecto a “libro cerrado”, tal como lo envió Presidencia. Pero hoy, el titular de la Comisión de Agricultura, el diputado kirchnerista Alberto Cantero, confirmó que habrá debate en torno a la iniciativa dado que "ningún proyecto se trata a libro cerrado". En el mismo sentido, el vicepresidente de la Nación y titular del Senado, Julio Cobos, citó a los gobernadores de diez provincias productoras para escuchar su posición. Entre ellos, habrá por lo menos dos críticos del poder central.

Mientras dure esta instancia, los productores agropecuarios seguirán si comercializar granos, aunque el viernes las entidades levanten el paro. Muy pocos querrán vender, ya que especularán con que se logre reducir las retenciones y con eso mejorar la rentabilidad. Se estima que ha cerca de 30 millones de toneladas de soja ya cosechada.

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