
Los expertos eliminaron de los embriones de la mujer un gen hereditario que habría dejado a la criatura con más de un 50% de probabilidades de desarrollar ese tipo de cáncer.
La mujer, de 27 años, decidió someter sus propios embriones a examen porque su marido había dado positivo en un test de ese gen, bautizado BRCA-1, y la hermana, la madre, la abuela y una prima de aquél habían sufrido todas ellas cáncer.
Aproximadamente un 5% de los 44.000 casos de cáncer de mama que se diagnostican anualmente en Gran Bretaña se atribuyen a unos genes que pueden detectarse en los embriones.
Según los médicos, podrían evitarse miles de casos de cáncer de mama mediante la aplicación de la técnica conocida como diagnóstico de pre-implantación.
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